viernes, 27 de enero de 2012

Estamos verdaderamente escuchando cuando:

* Realmente tratamos de entender lo que dice la otra persona, aunque se exprese con dificultad.
* Entendemos el punto de vista del otro aún cuando vaya en contra de nuestras más sinceras convicciones.
* Nos damos cuenta de que el tiempo que le dedicamos a los problemas del otro nos ha desgastado también a nosotros.
* Dejamos que el otro tome sus propias decisiones con dignidad, aún cuando pensemos que puede estar equivocado.
* No le sacamos el problema de las espaldas a la otra persona, pero sí la dejamos que lo resuelva de la manera que prefiera..
* Le damos a la otra persona el espacio suficiente para que se dé cuenta por sí misma qué es lo que anda mal.
* Aceptamos la gratitud de la otra persona y le decimos cuánto bien nos hace saber que la pudimos ayudar cuando lo necesitaba.

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