lunes, 30 de enero de 2012

Escucha Activa

Tips para mejorar nuestra escucha activa.

1) Presentar siempre una actitud positiva hacia la escucha.

2) Abandonar nuestras emocionea y prejuicios antes de comenzar la conversación

3)Reflexionar sobre la personalidad del hablante y su estilo de comunicación para poder adaptarnos mejor a él a lo largo de la conversación.

4) Demostrarle al emisor que queremos escucharlo.

5) Escharemos con los ojos, igual que cobln los oídos. Prestaremos atención al leguaje corporal.

6) Crear un clima de confianza , serenidad, calma y libertad para que la persona que nos habla se sienta libre para revelarnos sus experiencias.

CANTINFLAS DIBUJOS ANIMADOS - LA COMUNICACION

domingo, 29 de enero de 2012

10 Tips para Aprender a Escuchar


1. Escuchar es oir con atención. Muchos pueden oir, pocos saben escuchar.
2. Escuchar bien es el resultado de una actitud mental y física positiva: ¡la de quieres realmente escuchar!
3. Escuchar obliga a tener abierta la mente. Adelantar juicios de quien te habla o de lo que dice, es exponerte a una equivocación.
4. Escuchar requiere concentración. La distracción deteriora la captación del mensaje. ¡Escucha con atención!
5. Escuchar con eficiencia es no impedir que el interlocutor te hable. El secreto está en dejar de hablar para dejar hablar.
6. Escuchar requiere calma. Impacientarse, además de ser falta de educación, equivale a poner barreras en la comunicación.
7. Escuchar con efectividad no es quedarse callado al ciento por ciento. Cada vez que puedas, alentarás a tu interlocutor haciéndole preguntas inteligentes.
8. Escuchar implica algo más que el uso de los oídos. Cuando escuches, mira a los ojos de quien te hable.
9. Escuchar es un proceso mucho más rápido que el de hablar. Aprovecha esa diferencia a tu favor para analizar lo que escuchas. Es la clave del arte de escuchar.
10. Escuchar conlleva un aprendizaje. Asimila los mensajes y toma en cuenta lo que escuches. "El que no oye consejo, no llega a viejo."

sábado, 28 de enero de 2012

¿Por qué el término "Escucha activa"?

La percepción que se tiene normalmente del acto de escuchar es que es un acto más bien pasivo. Esto es asi cuando uno no hace el esfuerzo de entender, cuestionar y valorar el mensaje que recibe y acto seguido automática e inconscientemente lo desecha.

La escucha activa es algo totalmente diferente y consiste en utilizar todos tus recursos disponibles para escuchar consciente e interesadamente a la otra persona aunque lo que diga vaya en contra de tus ideas o principios.

viernes, 27 de enero de 2012

Estamos verdaderamente escuchando cuando:

* Realmente tratamos de entender lo que dice la otra persona, aunque se exprese con dificultad.
* Entendemos el punto de vista del otro aún cuando vaya en contra de nuestras más sinceras convicciones.
* Nos damos cuenta de que el tiempo que le dedicamos a los problemas del otro nos ha desgastado también a nosotros.
* Dejamos que el otro tome sus propias decisiones con dignidad, aún cuando pensemos que puede estar equivocado.
* No le sacamos el problema de las espaldas a la otra persona, pero sí la dejamos que lo resuelva de la manera que prefiera..
* Le damos a la otra persona el espacio suficiente para que se dé cuenta por sí misma qué es lo que anda mal.
* Aceptamos la gratitud de la otra persona y le decimos cuánto bien nos hace saber que la pudimos ayudar cuando lo necesitaba.

Uno de los impedimentos del Escucha Activa. Comercial DORITOS.

Mejor escrito, imposible. Leanlo!


“Mucha gente da por sentado, de forma equivocada, que escuchar es un proceso pasivo consistente en estar silenciosos mientras el otro habla.

Puede que pensemos incluso que sabemos escuchar, pero con frecuencia, nos estamos limitando a escuchar selectivamente, haciendo juicios sobre lo que se está diciendo y pensando en cómo dar por terminada la conversación o en cómo llevar la conversación por otros derroteros que nos parecen preferibles.

Somos capaces de pensar casi cuatro veces más deprisa de lo que los otros pueden hablar. Por consiguiente, tenemos generalmente en la cabeza un montón de ruido, de conversación interna, mientras estamos escuchando.

El trabajo de la escucha activa tiene lugar en nuestra mente.

La escucha activa requiere un disciplinado esfuerzo para silenciar toda esta conversación interna mientras tratamos de escuchar a otro ser humano. Requiere un sacrificio, el máximo esfuerzo por nuestra parte, para bloquear un ruido y entrar realmente en el mundo del otro, aunque sólo sea por unos minutos.

La escucha activa consiste en tratar de ver las cosas como el que habla las ve, y tratar de sentir las cosas como el que las habla las siente. Esta identificación con el que habla tiene que ver con la empatía y requiere un esfuerzo más que considerable.

Esta presencia plena no es meramente física, sino también mental y emocional. No es fácil conseguirlo, sobre todo cuando hay tantos motivos de distracción a nuestro alrededor. La presencia plena, la escucha activa (…) es una muestra de respeto”.



FUENTE: “La Paradoja”, de James Hunter.

jueves, 26 de enero de 2012

Ejercicios para mejorar la atención

El primer ejercicio consiste en contar todas las letras “a” de una página teniendo en cuenta el tiempo que se tarda.

El segundo ejercicio radica en observar un objeto durante un minuto para intentar recordarlo luego al mínimo detalle.

El tercer ejercicio se basa en escuchar durante 10 minutos música, sin importar el estilo musical. Elige unos de los instrumentos que suenan y focaliza toda tu atención sobre dicho instrumento.

Otro ejercicio se desarrolla mientras ves un partido deportivo entre diferentes equipos. Escoge un jugador de uno de los equipos y observa en todo momento como juega, intervenga o no en las diferentes jugadas. Presta atención sólo a ese jugador, sin tener en cuenta el desarrollo general del partido.

El último ejercicio consiste en escuchar atentamente durante 5 minutos un discurso radiofónico o televisivo. A continuación, escribiremos en un folio las ideas principales del comunicado.

Los enemigos de la comunicación

Hay conductas que realizamos, algunas de forma consciente y otras totalmente inconsciente, que son verdaderas cargas de profundidad contra el proceso de comunicación. Por ejemplo:

• Interrumpir al que habla.
• Juzgar cada comentario que hace.
• Ofrecer ayuda que no nos ha solicitado.
• Quitar importancia a los sentimientos de la otra persona con expresiones como “no te preocupes por esa tontería”, “no te pongas así”, etcétera.
• Contar “nuestra anécdota” cuando el otro está aún hablando.
• Caer en el “síndrome del experto”: Saber lo que debemos contestar cuando el otro no ha hecho más que iniciar su relato.

¿Por qué es importante escuchar activamente?

• Porque, si sabemos escuchar, los demás sentirán la confianza necesaria para ser sinceros con nosotros.
• Porque la persona que nos habla se siente valorada.
• Porque escuchar tiene efectos tranquilizantes y facilita que se eliminen tensiones.
• Porque favorece una relación positiva con nuestro interlocutor.
• Porque permite llegar al fondo de los problemas.
• Porque provocamos respeto hacia nosotros en quien nos habla.
• Porque es una recompensa para nuestro interlocutor.

Algunos aspectos que mejoran la comunicación.


Al criticar a otra persona, hablar de lo que hace, no de lo que es. Las etiquetas no ayudan a que la persona cambie, sino que refuerzan sus defensas. Hablar de lo que es una persona sería: "te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Eres un desastre"; mientras que hablar de lo que hace sería: "te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Últimamente te olvidas mucho de las cosas".

MUY IMPORTANTE

No hablar del pasado. Rememorar antiguas ventajas, o sacar a relucir los “trapos sucios” del pasado, no sólo no aporta nada provechoso, sino que despierta malos sentimientos. El pasado sólo debe sacarse a colación constructivamente, para utilizarlo de modelo cuando ha sido bueno e intentamos volver a poner en marcha conductas positivas quizá algo olvidadas. Pero es evidente que el pasado no puede cambiarse; por tanto hay que dirigir las energías al presente y al futuro.

Evitar las generalizaciones. Los términos "siempre" y "nunca" raras veces son ciertos y tienden a formar etiquetas. Es diferente decir: "últimamente te veo algo ausente" que "siempre estás en las nubes". Para ser justos y honestos, para llegar a acuerdos, para producir cambios, resultan más efectivas expresiones del tipo: “La mayoría de veces”, “En ocasiones”, “Algunas veces”, “Frecuentemente”. Son formas de expresión que permiten al otro sentirse correctamente valorado.

Evitar el "síndrome del experto": ya tienes las respuestas al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya contado la mitad.



CONMOVEDOR Y TOTALMENTE CIERTO. SABER ESCUCHAR

Sobre la necesidad de escuchar.

EL LADRÓN DE DICHA


Cuenta una antigua leyenda que un anciano sabio vivía en las afueras de una pequeña ciudad de provincia. El hombre era muy conocido no sólo por su sabiduría, sino también por su buena suerte.


En la misma ciudad vivía también un joven que, aunque fundamentalmente honesto, estaba constantemente en pos de la suerte, la fama y la riqueza. Sin embargo, pese a todos sus esfuerzos, la fortuna no quería sonreírle. El joven ya no sabía qué más hacer y estaba al borde de la depresión, cuando se le ocurrió ir a ver al sabio para pedirle que le contara el secreto de su éxito. En efecto, todo lo que precisaba, el sabio lo tenía. Y todo lo que emprendía le salía redondo. No le faltaba ni hogar, ni comida, ni ropa. La gente le amaba, respetaba y veneraba. No carecía de riqueza espiritual, pero tampoco de medios materiales.


Aquel día el joven se levantó muy pronto para evitar las colas interminables de personas que iban a pedirle consejo al anciano. Se vistió con sus mejores vestidos, se arregló y llegó a la morada del sabio temprano. Llamó al portal. El sabio le abrió y, amablemente, le recibió en su casa. Una vez terminadas las presentaciones formales, el joven fue directamente al grano y dijo:

- "La razón de mi visita es sencilla: querría saber tu secreto para vivir tan holgadamente. Verás, he notado que no te falta nada, mientras a mi me falta todo, y esto es a pesar de mis esfuerzos y buena voluntad. También he notado que mucha gente posee bienes materiales, pero son infelices. En cambio a ti no te falta tampoco la felicidad. Dime, ¿cuál es tu secreto?"

El sabio le miró interesado y sonrió diciéndole:

- "Mi respuesta también es sencilla: el secreto de mi buena suerte es que yo robo... "

- "¡Lo sabía!", exclamó el joven, "habría tenido que deducirlo yo mismo. ¡Eso era el secreto!"

- "¡Espera!... Todavía no he acabado", dijo el anciano . Pero el joven ya había salido corriendo exultante. El anciano intentó darle alcance, pero no pudo, por lo que regresó imperturbable y calmadamente a su casa.

Tras la visita al sabio, la vida del joven cambió radicalmente: empezó a robar aquí y allá, a revender las cosas sustraídas a los demás y a enriquecerse. Cometía toda clase de hurtos: robaba animales, cosas, dinero e incluso entraba a robar a casas. La fortuna parecía haber empezado a sonreírle, cuando fue capturado por las autoridades. Fue procesado por numerosos delitos y condenado a cinco años de dura cárcel. Durante su estancia en la prisión, tuvo tiempo de meditar y llegar a una conclusión. Según sus deducciones, el anciano se había mofado de él, y, más idiota había sido él mismo, por seguir tan necio consejo. Se prometió que una vez salido de ahí, volvería a ver al anciano para darle su merecido.

Los años pasaron y el joven fue puesto en libertad tras pagar su deuda con la sociedad. Nada más estar libre otra vez, ni siquiera pasó por su casa, sino que se fue directamente a la residencia del sabio. Tras llamar impacientemente a la puerta, el sabio abrió.

- "Ah, eres tú", le dijo.

- "Sí, soy yo y he venido para decirte lo inútil que eres, viejo tonto. ¿Sabías que gracias a tu consejo me he pasado los últimos cinco años de mi vida en la cárcel? Si todos los consejos que das son así, menudos imbéciles que tenemos que ser los que te escuchamos."

El anciano le escuchaba con paciencia, y cuando la rabia del joven remitió, así le contestó:

- "Comprendo tu rabia. Pero el artífice de tu desdicha eres tú y solamente tú, sobre todo por tu incapacidad de escuchar. Cuando viniste aquí hace cinco años, te dije la verdad, te dije mi método para asegurarme la dicha, solo que tú no quisiste oír más y entendiste lo que quisiste. Cuando te dije que yo robo, era verdad, solo que no robo a los humanos. Robo aire, luz, agua y energía. Robochi. Verás, robo al Tao porque el Tao es vacío y utilizándolo nunca rebosa, se vacía sin agotarse, y su función no se agota nunca."

¿Qué es Escucha - activa?



La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla, así saber escuchar se convierte en uno de los principios fundamentales en cualquier proceso comunicativo.

Escuchar requiere un mayor esfuerzo que hablar y también requiere un mayor esfuerzo que hablar, el interpretar lo que se oye. Quizás sea por esto que no practicamos la escucha.

También suele suceder que nos bloqueamos a escuchar al otro porque:

▪No escuchamos con intención de comprender, sino de ser comprendidos.

▪Siempre tenemos algo mejor que decir.

▪Ya conocemos la respuesta.
▪No nos interesa lo que está diciendo nuestro interlocutor.
▪No entendemos el asunto tratado.
▪Mientras nos hablan estamos pensando en lo que vamos a contestar.


La Escucha-Activa

Muchas veces estamos inspirados contando algo importante a alguien o alguien nos está contando algo importante, y resulta ser que solo se oye "bla bla bla" en este blog publicaremos historias y ustedes nos pueden contar su experiencia en estas situaciones. 

Les informaremos sobre la ESCUCHA - ACTIVA y les ayudaremos a practicarla para saber valorar cuando el otro está hablando.

Somos el Movimiento ESCUTIVA y aqui informaremos sobre el tema! :)

También pueden dirigirse a nuestro twitter @Mov_Escutiva